La pintura al fresco es una técnica que encierra gran complejidad debido tanto al proceso de pintado y al gran conocimiento necesario de los elementos que deben emplearse para su realización.
Existen variantes de la técnica según las distintas épocas en que se realizan, por lo que podemos encontrar matices y toques característicos que marcarán el periodo histórico, ideología artística o el maestro detrás de la obra, pese a que en esencia los pasos para su realización son los mismos y destacando que el soporte de la obra actúa como aglutinante de la misma, haciendo necesario un trabajo metódico, gran dominio del color y velocidad de trabajo.
En este taller nos centramos en la pintura al fresco románica, plenamente englobada en la edificación. Se caracteriza por ser necesariamente comprensible, pedagógica y persuasiva, carente de sombras retocadas con líneas gruesas que se engrosan más en los ojos y manos.
Los colores aplicados son intensos, brillantes, sin mezclas o mezclando como mucho dos tonalidades.
Encontramos los fondos de las escenas divididos en franjas de distintos colores con argumentos religiosos y en escenarios con varios figurantes se utiliza la perspectiva jerárquica, colocando de forma escalonada y representando con mayor tamaño a los figurantes más significativos.
Me habría gustado disponer de un vídeo del proceso, pero no era posible ya que disponíamos de poco tiempo para la realización de la obra y las manos debían centrarse en el trabajo. De hecho,no me dió tiempo a terminar el trabajo. Veamos el proceso:
Para empezar, el soporte sobre el que vamos a trabajar nos lo tenían preparado, un tablero de DMF de 60x60cm y 7mm de grosor al que aplicaron una capa de Eco-Contact (imprimación de puente unión) y dos capas de revoque, con mortero a base de cal en pasta y un árido para el primero y cal en pasta y polvo de mármol de 350 micras para el segundo.
Cabe destacar que la una cal que se produce en España por el sistema artesano y adecuada para este tipo de trabajos se produce en http://www.gordilloscaldemoron.com/ La cal de Morón fue declarada Patrimonio Inmaterial Cultural por la UNESCO en el año 2011.
Voy a poner imágenes de diferentes obras. Antes de empezar a pintar extendimos una capa de cal aérea o cal hidratada sobre el soporte:
Dejamos curar un rato, y el siguiente paso es marcar con la parte de atrás de un pincel y una reproducción impresa en papel del tamaño del soporte el dibujo a realizar.
Empezamos el proceso de pintado marcando las líneas de la imagen
Y una vez hecho esto empezamos a aplicar pigmentos con agua de cal ya que la base está fresca aún y el agua de cal sufre la misma reacción química que la cal de la base y actuará como aglutinante una vez se haya secado.
Una jornada de mucho trabajo, y las obras quedaron sin terminar, por lo que al día siguiente cambiamos el pigmento con agua con cal por pigmento con yema de huevo para actuar como aglutinante, si la base de cal ya está seca no tiene sentido el agua con cal ya que no agarraria el color. Veamos el resultado de las obras al final del taller
Ya lo comenté al principio, yo no fui capaz de terminar el mío y lo remataré en casa utilizando acuarelas con hiel de buey como aglutinante o pintura acrílica.
Las obras reproducidas son pinturas que se encuentra en : Iglesia de Santa María de Tormillo (Somontano de Barbastro), antigua Catedral de Toda de Isábena (Ribagorza), Iglesia de San Fructuoso de Bierge (Somontano de Barbastro), Monasterio viejo de San Juan de la Peña (Jacetania), Iglesia de San Miguel de Barluenga (Hoya de Huesca) e Iglesia de Santa María del Monte de Liesa (Hoya de Huesca). Esta última es la que yo elegí. Te invito a visitarlas in situ o a buscarlas por internet.
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